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GENESIS

PRINCIPIAR... iniciar... comenzar... abrir... Hay algo refrescante y optimista en estas palabras, ya sea que se refieran al amanecer de un nuevo día, al nacimiento de un niño, al preludio de una sinfonía o a los primeros kilómetros de las vacaciones familiares. Libres de problemas y llenos de promesas, todos los comienzos despiertan la esperanza y las visiones llenas de fantasía del futuro. Génesis significa «comienzos» u «origen» y revela el principio del mundo, de la historia de la humanidad, de la familia, de la civilización, de la salvación. Es la historia del propósito y el plan de Dios para su creación. Como el libro de los comienzos, Génesis establece el escenario para la Biblia entera, revela la persona y la naturaleza de Dios (Creador, Protector, Juez, Redentor); el valor y la dignidad de los seres humanos (hechos a la imagen de Dios, salvos por gracia, utilizados por Dios en el mundo); la tragedia y las consecuencias del pecado (la caída, la separación de Dios, el juicio);

EXODO

LEVÁNTATE... sal... alza el vuelo. Estas palabras son buenas para aquellos que están atrapados o esclavizados. Sin embargo, algunos se resisten a la orden de marchar y prefieren el ambiente que los rodea antes que uno nuevo y desconocido. No es sencillo cambiar la seguridad y la comodidad de lo conocido por un futuro incierto. Pero, ¿qué sucedería si Dios diera la orden de mudarse? ¿Seguiríamos su guía? Exodo describe una serie de llamados que Dios hace y las respuestas de su pueblo. Han pasado cuatrocientos años desde que José se trasladó con su familia a Egipto. Estos descendientes de Abraham han crecido a más de dos millones de individuos. Para el nuevo Faraón de Egipto, estos hebreos eran extranjeros y su número era alarmante. Faraón decidió hacerlos esclavos para que no pudieran desequilibrar su poder. Como después se vio, este fue su mayor error, ya que Dios vino a rescatar a su pueblo. A través de una serie de sucesos extraños, un niño hebreo llamado Moisés llega a ser

LEVITICO

«DIOS parece tan lejano … si tan sólo pudiera verlo o escucharlo …» ¿Se ha sentido alguna vez así, luchando con la soledad, lleno de desesperación, atacado por el pecado, agobiado por los problemas? Hechos a la imagen de Dios, fuimos creados para tener una relación íntima con él; y cuando se rompe el compañerismo, quedamos incompletos y necesitamos restauración. La esencia de la adoración es la comunión con el Dios viviente. Es vital, pues toca el centro de nuestras vidas. Quizá por esto sea que se dedica un libro completo de la Biblia al culto de adoración. Después de la dramática salida de Israel de Egipto, la nación acampó al pie del monte Sinaí durante dos años para escuchar a Dios (éxodo 19 a Números 10). Era un tiempo de descanso, de enseñanza, de edificación y de encontrarse con él cara a cara. En éxodo, la redención es el fundamento para la limpieza, la adoración y el servicio en Levítico. El mensaje abrumador de Levítico es la santidad de Dios: «Santos seréis, porque san

NUMEROS

TODO padre conoce el lamento estridente de su hijo pequeño, una queja pausada y aguda que irrita el tímpano y exaspera el alma. Ese tono de voz es difícil de soportar, pero la razón verdadera de la irritación es la causa subyacente: descontento y desobediencia. Conforme los «hijos» de Israel viajaban de las faldas del monte Sinaí a la tierra de Canaán, se quejaban, chillaban y refunfuñaban a cada paso. Pensaban en sus incomodidades presentes. Se habían apartado de la fe y por ello añadieron treinta y ocho años extras a su viaje. Números, que registra la trágica historia de la incredulidad de Israel, deberá servir como una lección dramática para todo el pueblo de Dios. Dios nos ama y quiere lo mejor para nosotros. Se puede y se debe confiar en él. Además, Números nos da una ilustración clara de la paciencia de Dios. Una y otra vez detiene el juicio y preserva la nación. Pero esta paciencia no debe ser considerada un hecho. Su juicio vendrá. Debemos obedecer. Al comenzar Número

DEUTORONOMIO

LAS REUNIONES de ex alumnos, los álbumes de recortes y de fotografías, las canciones familiares y las viejas vecindades son como amigos de muchos años que despiertan nuestros recuerdos y avivan nuestras emociones. El pasado es un caleidoscopio de promesas, fracasos, victorias y situaciones embarazosas. A veces quisiéramos olvidar recuerdos que son demasiado dolorosos. Sin embargo, conforme los años pasan, los recuerdos de sucesos desagradables por lo general se desvanecen en nuestro subconsciente. Pero hay momentos que debemos recordar: los errores no deben repetirse; los compromisos contraídos se deben cumplir; y el recuerdo de sucesos especiales nos puede alentar e impulsar a actuar. El libro de Deuteronomio está escrito en la forma de un tratado entre un rey y su estado vasallo típico del segundo milenio antes de Cristo. Hace un llamado a Israel para que recuerde quién es Dios y lo que él ha hecho. Perdida la fe, la vieja generación peregrinó durante cuarenta años y murió en e